Las transformaciones de vida son el eje central del cirujano plástico y reconstructivo sinaloense, quien asegura que el proceso de una cirugía estética va más allá de algo físico, es un proceso emocional y curativo del alma.
Si encuentras una historia de Instagram de un cirujano plástico mostrando resultados corporales y faciales espectaculares, con música de Vivaldi de fondo, seguramente se tratará del Dr. Rigoberto Arámburo, especialista certificado en realizar, como él lo refiere: “transformaciones de vida”.
“La cirugía plástica ha evolucionado de ser sólo una intervención quirúrgica, a ser toda una experiencia, no sólo es un cambio físico, si no del alma”. La tecnología y la evolución en las técnicas han permitido lograr resultados naturales, estéticos y seguros.
El Dr. Arámburo tenía un sueño, el de posicionar la cirugía plástica mexicana a nivel mundial, mismo que vio materializado después de haberse formado en los mejores centros de cirugía plástica. “Una vez terminada mi especialidad en México, me dediqué a viajar y conocer de primera mano las técnicas quirúrgicas de los mejores del mundo, estuve en New York, Miami, Colombia y Suiza”, refiere.
Cada vez son más las personas que deciden mejorar su físico y México es el 4to lugar con mayor cantidad de cirugías plásticas practicadas en el mundo según el último reporte de la Sociedad Internacional de Cirujanos Plásticos Estéticos (ISAPS). La cirugía más practicada en nuestro país es la liposucción.
El joven cirujano plástico se posiciona con rapidez como uno de los mejores de su rama en nuestro país, actualmente practica entre 40 y 50 cirugías mensuales entre la Ciudad de México y su natal Mazatlán. “El éxito radica en hacer de la cirugía plástica del paciente, una experiencia personalizada con un mínimo de dolor, una recuperación rápida y una atención excepcional”, explica.
En sus memorias tiene claro los momentos que lo marcaron y le inyectaron pasión para convertirse en un cirujano de excelencia. “Recuerdo, siendo aún residente, en un Congreso de Cancún, observe la presentación de un cirujano plástico de Miami, el Dr. Constantino Mendieta, y quedé impresionado de los casos de lipoescultura, nunca había observado tanta perfección al mejorar el cuerpo de una persona, era arte puro, ahí supe que lograr un contorno corporal armónico sería mi pasión”, nos platica el Dr. Arámburo en un salón del Ritz-Carlton.
